miércoles, 31 de octubre de 2007

El fantasma de Rocket

Había una vez, un pueblo de enormes y terroríficos castillos, era el pueblo de Rocket.

Había imponentes recintos, con senderos secos.

En uno de los castillos se encontraban 3 torres, un gran patio, un comedor y 24 habitaciones donde comían el señorío, su familia e invitados.

Un día, la familia Barra, decidió abandonar la fortaleza, ya que se quejaban, de un fantasma, que les hablaba, le robaba las cosas, y asustaba a la pareja.

Tiempo después, a pesar de las advertencias de Jorge, padre de familia, la familia Shmit, decidió comprar la fabulosa y embrujada casa.

El padre de la familia Shmit, no notaba nada anormal, pero su esposa y su hijo Alejandro, sí.

A la madre, la asustaba en los momentos mas inoportunos, y al hijo, lo despertaba por las noches, y lo hacía deambular por los pasillos durante horas.

Ellos se quejaban de que el fantasma era aterrador, pero el padre no lo creía.

Días después, el padre les creyó, ya que se les apareció tres veces.

Una en sus sueños, otra vez en la cena, antes de marchar hacia el baño.

Luego, trataron de conectarse con el espíritu.

-O espíritu, que nos atormentas día y noche muéstrate- dijo la madre

-Jamás- respondió

-¡vamos! manifestó

-está bien-

Y desde un agujero salió un esqueleto tenebroso.

La familia perpleja, salió corriendo a su antigua casa.

Lo extraño fue, que el fantasma los siguió.

-Porque nos sigues demonio- dijo Néstor-

-Porque al comprar la casa, me compras seré como un amigo que nunca duerme, la familia Barra no me dio oportunidad, quiero hacer amigos- respondió

Desde ese día, el esqueleto fue un miembro mas de la familia a pesar de ser un muerto vivo.

Hasta invitaba a sus amigos de ultratumba, a bailar y divertirse.

Y hasta su esposa Amerindia, a pasar un día en la playa.


Fin

Esteban Alejandro Saavedra