Había una vez, una persona llamada Juliana, y otra llamada Ramón, y su amor era muy profundo.
Cada vez que iban a hablarse, eran interrumpidos por Juan Peruffo.
Un día, estaban muy tranquilos hablando en el Bosque Verde, y cuando ya casi se besaban, nuevamente eran interrumpidos por Juan Peruffo.
Ambos eran personas muy tímidas, Juliana, era de pelo rubio, ojos verdes, tranquila y serena, y con una cola redondeada, y amplia, que a todos cautivaba. (Chiste)
Ramón, era de pelo castaño, azules, medio impaciente, y en ocasiones algo molesto.
Un día, Juan, se enojo con Camila, y la encerró en la habitación de su torre mas elevada.
Por supuesto, Ramón fue a rescatarla, con una espada escudo y lanza.
Atravesó, un río lleno de pirañas, que lo dejaron herido.
Luego, tuvo que enfrentarse con tres imponentes guardias.
Ya dándose por vencido, oía el dulce canto de su novia, y sintiéndose lleno de coraje, entró corriendo a rescatar a su amada.
Ella se sorprendió al verlo.
De repente, se escuchó una voz que decía -¡Dónde está¡ ¡Dónde se escondió!
Los jóvenes, de inmediato, corrieron despavoridas, hacía la laguna María.
Escondidos, oyeron la voz de Juan Peruffo, y su tripulación queriendo encontrar, a los dos fugitivos.
Cuando ya casi los encontraban, Ramón dijo –Sólo hay un lugar donde no nos molestarán, el cielo-
Y de un disparo, murieron, pensando que en el cielo, nadie los iba a molestar jamás.
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