La tumba del rey de la muerte

CAPITULO 1


El Bosque Negro



Bianca es prima de Mariana y tenían un amigo que venía de La Rioja, se llamaba Eduardo.

Él dijo que quería ir de campamento al bosque. Las chicas le dijeron a sus padres que si podían ir con él.
Cuando decidieron partir, Bianca trasladó la carpa, Mariana transportó las bolsas de dormir y Eduardo llevó los fósforos para prender el fuego en la noche. Sin embargo nadie se acordó de llevar la comida.
Cuando llegaron al bosque, Bianca preguntó la hora a Mariana. Ella no tenía reloj, Eduardo le dijo la hora diciéndole que eran las 19:29.
Cuando terminaron de armar la carpa todos se fueron a dormir ya que había sido un día agotador.


CAPITULO 2

La pirámide del rey de la muerte

Al otro día temprano, a las 6:40 hs. Eduardo salió a buscar comida.
Mariana se despertó con una sorpresa, Eduardo había encontrado naranjas, bananas, manzanas para el desayuno. Mariana dijo que no quería frutos y encontró hierbas aromáticas, Té de burro de las sierras cordobesas, y se hizo un té.
Cuando todos terminaron de desayunar se fueron a trepar los árboles y se contaron chistes. Al bajar de los árboles se fueron de caminata hasta llegar a una pirámide.

Se detuvieron frente a ella, descifraron el enigma del ingreso y entraron.

Mariana vio un sarcófago.

Bianca la abrió, y se encontró con el Rey de la Muerte que estaba en él. De repente el rey de la muerte abrió sus ojos y tomó sorpresivamente a la joven llevándosela.
Eduardo no lo pudo alcanzar y a lo lejos se escuchaban los gritos de Bianca en el fondo de la pirámide...

CAPITULO 3
Mariana es enyesada

Mariana y Eduardo salieron de la pirámide y corrieron a la carpa, cuando llegaron el Rey de la muerte había llegado primero.

El monarca de la muerte tiró una espada muy filosa y le dio a Mariana en la pierna notando que le salían a penas unas gotas de sangre. Eduardo llevó en la espalda a Mariana. Corrió muy lejos cuando creyeron que estaban lejos del soberano Eduardo bajó de su espalda a Mariana y le secó las últimas gotas de sangre con la servilleta. Cuando terminaron y Mariana pudo sobreponerse salieron a buscar a Bianca. Se cansaron de buscarla por infinitos lugares.
Después ya desalentados se encontraron con ella, que los atacó con un cuchillo. Eduardo y Mariana lo esquivaron y salieron corriendo.
Eduardo se tropezó y el rey de la muerte lo vio convirtiéndolo en zombi. Mariana corrió muy rápido hasta desaparecer de la vista del SOBERANO DE LA MUERTE...


CAPITULO 4

Mariana libera a Eduardo

Mariana llegó a la carpa que estaba ubicada en lo alto del cerro. La joven trepó y trepó para alcanzar un cuchillo con el cual defenderse.
El soberano de la muerte acorraló a Mariana. Ella corrió muy rápido y se encontró a Bianca que estaba atada en un árbol. La luz del sol la había transformado nuevamente y era la misma de siempre.
Mariana la liberó y salieron a buscar a Eduardo. Corrieron y se treparon a los árboles frutales para comer.
Al cabo de un tiempo encontraron a Eduardo envuelto como una momia. Le sacaron las vendas. Bianca Mariana y Eduardo se fueron caminando hacia el cerro donde estaba la carpa.


CAPITULO 5
Última Esperanza

Eduardo dijo que volvieran todos a casa. En el camino se encontraron al soberano de la muerte, corrieron de ese lugar y Mariana tropezó con una rama del árbol, cayéndose.
Eduardo la levantó del piso y continuaron la carrera huyendo del rey de la muerte que los seguía muy de cerca. Eduardo le puso la traba.
Llegaron a donde estaba la carpa. Bianca la desarmó y Mariana la guardó en la bolsa de Bianca. Eduardo recogió las bolsas de dormir. El rey de la muerte llegó a donde estaban los chicos. Bianca, Mariana y Eduardo corrieron despavoridos.
Eduardo recogió palos grandes, piedras, lianas y cuchillos con los cuales defenderse.
En ese mismo momento se apareció el soberano de la muerte. Bianca tiró piedras y para Mariana empezó a tirar cuchillos y Eduardo usó las liana para atar al soberano de la muerte. Lucharon y lucharon hasta vencerlo.
Ganaron la pelea y Bianca, Mariana y Eduardo volvieron a sus casas luego de una experiencia increíble.

fin
Esteban Alejandro Saavedra