domingo, 27 de enero de 2008

El cond de sangre

CAPITULO1: PRIMER CONTACTO

Federico es amigo de agustín, y su primo, Nicolás, había venido de vacaciones. Cuando llegó quisieron ir de campamento. Llegaron, pero se desató un frío inesperado.
Nicolás vió una cabaña a lo lejos, golpearon la puerta, pero nadie contestó. Entraron mientras la puerta rechinaba, las camas estaban rotas, las paredes llenas de murciélagos y una estufa apagada.

Se durmieron rápidamente, después del pánico y el terror.
Después de un rato la puerta se abrió con brusquedad y un "humano" con filosos colmillos despertó a los chicos. Con mucha velocidad se metieron a una habitación más pequeña junto a la que estaban. Pero esta es mas horrible. Tenía murciélagos calaveras y algunos con trozos de cerebro, y también huesos de esqueletos. Su predador rompió la puerta de un golpe, Federico, se asustó tanto que al retroceder se enganchó con unos pedazos de tripas de víctimas anteriores del "Colmillo asesino"

Agustín logró saltar la ventana. Federico también logró escaparse, pero Nicolás no tuvo tanta suerte como los demás.

El cond de sangre lo agarró de la pierna y lo llevó a un calabozo helado y oscuro. El diente columelar le iba a sacar los pulmones y toda la sangre.


CAPITULO 2: NICOLÁS

El cond de sangre justo antes de abrirle la panza a Nico con una espada, tuvo una mejor idea, en vez de chuparle la sangre, le extirparía los órganos.

Preparó sus colmillos para empezar su labor, pero al rato entraron Agustín y Federico, para la sorpresa del sanguinario.

El vampiro agarró su espada, pero Federico trajo su cuchillo con cual pretendía comer mañana, y Agus piedras, cuales le arrojó al asesino y le quitó su espada, Federico arrojó el cuchillo hacia El cond de sangre, justo al pecho, aunque no le hizo mucho daño. Junto a Nicolás, los tres Chicos salieron de ese lugar. Mientras corrían, Federico se tropezó con un palo que tenía muchas espinas.

Lo levantaron del piso ensangrentado. Agustín lo llevó arriba de su espalda. Siguieron corriendo por el bosque, pero en diente columelar los seguía de cerca. El cond de sangre arrojó el cuchillo que Federico se olvidó en el calabozo, aunque no llegó a herir a nadie. Nicolás corría mas por la diferencia de peso y el miedo que tenía. De repente se encontró frente a una gran pared de esqueletos, mientras tanto Agustín, no aguantaba el peso de Federico, luego, todos quedaron rodeados por ellos.

Allí los muertos vivientes se los estaban tratando llevando, supuestamente a donde había estado Nicolás, pero ellos se resistían

CAPITULO 3 !CASI!

Cuando estaban a punto de ser extirpados,otra vez Nicolás corrió a gran velocidad que se escapó, Federico también, pero el que no tuvo tanta suerte fue agustín. Lo colgaron como a las carnes de vaca en un gancho.

Federico y Nicolás siguieron corriendo delante de algunos de los esqueletos sin saber que su amigo estaba colgado en el calabozo.
Luego de perder a lo esqueletos, supusieron que Agustín estaba donde lo querían extirpar a Nicolás, y luego de un rato, fueron para allá.

Cuando llegaron, todos los esqueletos habían desaparecido.
Era una gran oportunidad para salvar a Agustín.
Entraron sigilosamente por una puerta trasera.
Vieron que, Agus, estaba dormido colgado de un gancho.

-Parece una horrible prenda usada- dijo Federico riendo.
-Déjate de tonterías y saquémoslo.

Luego de despertarlo y sacarlo, huyeron buscando su campamento.
Al día siguiente, apenas amaneció, Agustín sacó de su mochila, naranjas, manzanas, mandarinas.

-¡Muy bien!- Gritaron Federico y Nicolás.
Ambos se abalanzaron sobre el desayuno.
Todos, aparentemente estaban muy tranquilos, a pesar de lo que había pasado.

A la tarde noche, como a las 20:45, cuando ya oscurecía, Nicolás exclamó: Debemos pelear contra los esqueletos, porque si no, ellos vendrán por nosotros cuando menos lo esperemos.

-Por desgracia, tienes razón- dijo Agustín
-Haremos la batalla a las 24:00- Dijo Federico
Llegaron al bosque, muy asustados, pero también equipados, llevaban, lianas, cuchillos, piedras y palos
Fueron a pelear, cerca de la cabaña, pero en el camino, se encontraron con El cond de sangre y sus secuaces.

Se arrojaron de todo, cuchillos, palos, piedras, se ahorcaron con lianas.

Hasta los mismos esqueletos peleaban con partes de si mismos.
Pero fue inútil, nada servía contra ellos, por eso huyeron de ahí.
Agustín de lo cansado que estaba, se dejó caer al piso.
Luego lo atraparon y lo llevaron muy lejos.
Federico, fue a ver si podía rescatar a Agus, Nicolás lo acompañó pero con mas miedo que nadie.

Agustín andaba por el bosque secuestrado.

Federico y Nicolás los vieron, y los siguieron de cerca.
En un momento dado, Fede se abalanzó sobre uno de los esqueletos que llevaban a Agustín sobre sus hombros y le sacó una de sus piernas provocando la caída del niño y de cuatro esqueletos.

Los tres muchachos aterrorizados salieron de ahí.

Fede tenía en su mano la pierna del esqueleto.
Corrieron tratando de buscar la pequeña cabaña, pensando, que si algún dí volverían a ver su casa y a sus seres queridos.

CAPITULO 4 UN HUESO PERDIDO

Ya en la cabaña, estaban planeando como deshacerse de los esqueletos y el sanguinario vampiro.

-Le arrojamos cuchillos, piedras, palos, lianas, y nada sirve- dijo Agustín
-Tienes razón- dijo decepcionado Nicolás

Luego de un rato, El cond de sangre entró por la ventana, los chicos volvieron a escabullirse en la pequeña y reducida habitación.

Nicolás le arrojó unas calaveras pero el vampiro las esquivó.
El monstruo se desmayó sorpresivamente y los niños huyeron.

Pero a la salida los estaba esperando los esqueletos.

-¡No!- Gritó Federico
Nadie sabe porque empezó a los golpes contra sus enemigos, pero lo bueno, fue que los derrotó.
Los chicos, muy confiados y llenos de coraje, decidieron entrar a la cabaña.
Miraron a la izquierda y a la derecha pero no había rastro de su represor.
Se alejaron muy despacio, porque presentían que algo malo iba a pasar.
De repente, entró por una de las ventanas El cond de sangre.
-¡Ataquen!- Gritó Nicolás

Federico fue a los golpes junto a Agustín mientras
Nicolás tiraba piedras.
Lucharon con todas sus fuerzas y coraje.
Aún no servía contra él, pero aunque esta vez, lograron dañar gran parte brazos.

Capitulo cinco ultima salida.

Mientras el monstruo se lamentaba por no tener algunas partes de sus brazos, los niños sabían que iba a ser mas fácil vencerlo.
Los chicos salieron de la pequeña cabaña, pero El cond de sangre no se daba por vencido.
Los niños seguían arrojando toda piedra que encontraban en el camino.

Agustín se escondió en la punta de un árbol.

Cuando su depredador pasó por debajo del árbol, Agus se abalanzó sobre él y le arrancó sus brazos.
Luego de un instante, sus brazos se formaron mágica mente
Federico fue a buscar más rocas.
Nicolás se defendía como podía.

Agustín desde la punta del árbol trataba de arrancar algunos pedazos de ramas para arrojar pero su fuerza se lo negaba.

Pelearon hasta con el corazón.
Aparentemente, El cond de sangre, es olvidadizo, porque cuando los primeros rayos del sol se asomaron, el sanguinario se desintegró al momento.

Los chicos habían quedado impactados.

No podían olvidar, que en esa misma noche pudieron perder la vida.
Cuando el sol llegó a la punta del cielo, los chicos emprendieron el camino a su casa, y juraron, jamás hablar, de lo que pasó esa noche.

Fin

sábado, 22 de diciembre de 2007

De vuelta a casa

Esta historia ocurre en Londres, en 1907 donde el argentino Julio Troops, estaba listo para regresar a Buenos Aires, luego hacia Jesús María, su pueblo natal.
Había ido a Inglaterra, para seguir sus estudios universitarios.
También había amasado una fortuna como vendedor.

Luego de un largo y extenuante viaje en barco, llegó a Buenos Aires.
Decidió pasar la noche en una posada cercana.
A la mañana siguiente, por medio de l telégrafo, le avisó a su familia que ya estaba en la república.

Consiguió una carreta y un caballo.
Subió su equipaje y su abundante fortuna.
Cuando estaba a punto de irse, se quedó conversando con sus nuevos amigos.
Julio atravesó muchas ciudades.

Se hizo muy conocido y querido en el país.
Llegó a la frontera entre Córdoba y Buenos Aires, a una ciudad llamada cuerno de la cabra.
Para seguir su camino a Jesús María, tenía que atravesar un solitario camino.
Pero resulta que no lo estaba.

El leñador Petrolino, lo asaltó y lo golpeó.
El pueblo se reveló contra el leñador y lo aprisionaron en una pequeña celda municipal.
Aunque el leñador murió en la cárcel, nunca reveló el paradero de la fortuna de Julio Troops.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Carceles

Había una cárcel abandonada a las afueras de Londres, donde dos amigos de quince años decidieron excavar, porque habían oído de muchas personas, de que allí se encontraban grandes sorpresas.

Estos adolescentes se llaman Break Alison y Yason Osborn
Después de excavar durante varios meses y colocar puntales, Yason se percató de que su pala, al haber golpeado la pared de tierra con dureza, se sintió un sonido a quiebres de madera.

Resulta que había clavado su herramienta en una puerta semi podrida.
Luego de arduos intentos de querer derribar la puerta, ésta cedió.
No tuvieron que seguir excavando, ya que detrás de ella había pasillos estrechos, pero bien marcados y aparentaban tener una estructura sólida.

Al seguir su paso por los senderos, más adelante encontraron otra puerta, pero ésta era de metal, barrotes, y en uno de los extremos tenía grabado "cárcel de Savil"
Al leer éso se marcharon, ya que pese a sus intentos de querer derribar la puerta, estaba estaba bien fija al suelo, y además, el sol ya caía, y se venía la noche.

Cuando volvieron el día siguiente, la imponente puerta metálica se encontraba abierta, y daba paso a celdas abandonadas y muy descuidadas.
Luego de atravesar la puerta pudieron ver los cadáveres de los prisioneros, y también podían oler su nauseabundo olor.

De repente la puerta se cerró bruscamente.
No encontraron explicación, ya que no vieron a nadie realizar tal acción.
Murieron de hambre pena y dolor en la sepultada carcel.
Se dice que aún, sus almas solitarias y deshidratadas vagan por aquellos túneles que hicieron y construlleron, buscando a la persona que causo su fin.

sábado, 8 de diciembre de 2007

El corazón delator parte II

Pensó que nadie sospecharía de él.

Días después, cuando se bañaba, comía y antes de dormir, sentía ruidos extraños, sonidos como de latidos de un corazón. Se sentía atormentado, ya que a cualquier cosa o persona que se le acercaba, sentía los latidos de un corazón. Tum - Tum - Tum - Tum, retumbaba día tras día en su cabeza.

Un día, enloquecido por completo, decidió no salir de su cuarto.

Y lo hizo durante una semana.

Muriendo frenético, Pablo trató de dormir.

Pero en cada sueño, el fantasma de Ascot Yay, se le aparecía.

Pensó que iba a morir.

Así que, se adelantó, y decidió ahorcarse con una toalla.

Pensó que así se salvaría de sus pecados y dejarle un homenaje al difunto británico.

Imagen tomada de http://www.linkmesh.com/


viernes, 23 de noviembre de 2007

El corazon delator I

Esta historia pasó, en la ciudad de Córdoba.

Un día dos millonarios, un español, llamado, Pablo Suárez y un inglés, llamado Ascot Yay.

Resulta que habían tenido una disputa, por como se llamaría y se organizaría su empresa de celulares.

El español, quería hacer celulares sencillos, para que mucha gente los pueda adquirir.

Además quería que su empresa se llamara Suárez y asociados.

Por otro lado, las ingles, queria celulares muy caros, con camara de fotos, mp3 y radio, pero queria que su empresa se llamara Gran Jay.

No se sabe si era en honor a Gran Bretaña, o era un nombre por su propio orgullo.

Luego de una larga disputa, el español recibió un golpe en la cara de su “socio”.

Tan arto estaba el español, que empezó a planear su venganza.

A la próxima semana lo invitó a su mansión al norte de la ciudad cordobesa.

Cuando entró en su morada, le rompió un plato con la cabeza dejándolo inconsciente, y Luego lo mató ahorcándolo con una toalla.

El ibérico pensó que había cometido el crimen perfecto.

Pero luego empezó a sentir culpa e inquietud. Desesperado, lo enterró en su jardín, y se dijo a sí mismo:

Nadie me vio, y nadie se enterará de que lo maté.

jueves, 15 de noviembre de 2007

El duende del Árbol

Un día, en Inglaterra, la familia Biswal, compró un castillo, situado, a siete millas de Softel.

Pese a las advertencias de O`neel, actual propietario de la mansión Firefox, la familia Argentina compró la imponente casa.

La gente le decía que estaba loco, ya que la mayoría de las personas que se han ausentado en la casa han muerto por causas desconocidas y misteriosas, y sobre todo, nunca hallaron sus cuerpos.

Cuando entraron a la casa, quedaron maravillados.

El vestíbulo era impresionante por su inmensidad.

Había una biblioteca, una cocina, comedor, once habitaciones, con un pequeño baño, dos patios, el principal, era el más utilizado, allí plantaban flores y los niños jugaban, el otro era el patio trasero, no muy transitado.

Todos estaban encantados.

La señora Elizabeth Biswal, era una dama de ojos azules, cabellera rubia, era esbelta y encantadora como una cervatilla

Su esposo James Biswal, tenía una estatura mediana, tenía ojos color café, era firme como soldado.

Después, sus dos “QUERIDOS” hijos, Rexon y Grey eran traviesos, inquietos, alborotados, desobedientes, Rexon, tenía un redondo y definido lunar, en el lado izquierdo de la frente, tenía cabello rubio como su madre, mientras que Grey tenía un lunar pero en la papada, y era de cabello oscuro como su padre.

Luego de cenar, la familia se fue a dormir, pero no lo hicieron cómodamente, ya que oían ruidos, como si fuera golpes de vidrios, provenientes del patio trasero de la mansión, o como el señor O`neel decía: “Bosque Muerto” y/o “Valle perdición” porque ahí había muerto la mayoría de los integrantes de su familia.

Durante varios días, a la misma hora, oyeron los mismos ruidos.

El señor James, creyendo la anterior advertencia de él antiguo propietario de la casa, ordenó a toda su familia, especialmente a los hijos, no ir a ese patio ni de día, ni de noche.

Siempre Rexon y Grey desobedeciendo lo que les dice su padre, una noche de tormenta y de niebla, a la medianoche, emprendieron su camino al extraño lugar.

Estaban aterrorizados, pese a que cada uno llevaba un cuchillo en la mano.

Luego, pensaron que no era una buena idea que fueran para allá.

Tanto habían caminado, que no divisaban el castillo, porque la niebla lo cubría.

En medio del miedo y el pánico, dos sombras, aparecieron de entre los altos arbustos.

Rexon y Grey inclinaron su al cuchillo y mataron al supuesto asesino de la mansión Firefox.

Al despejar un poco la niebla, vieron que no habían linchado a un fantasma ni un espectro, ni si quiera a un zombi ni un esqueleto.

Habían matado a un ciego y a un borracho.

Luego, Rexon, se sintió terrible, y con un verso le dijo a Grey

  • En sus ojos nunca pude encontrar maldad.
  • Pero a veces para no morir hay que matar
  • Todo fue esa noche.
  • En que un ciego y un borracho los quiso asustar,
  • Pero un golpe sin suerte,
  • Dejó a su cuchillo clavado en su mal.
  • A sí fue el Duende del Árbol
  • Tuvimos que asesinar matar y cortar

Esteban Alejandro Saavedra

Inspirado por la banda callejeros y Oscar Wilde

lunes, 5 de noviembre de 2007

VICTIMA

Había una vez, en una terrible noche sucedió un homicidio.

Éste impactante hecho, ocurrió en la calle Hebberlin 345, un barrio muy sofisticado, de casas muy grandes, bueno, más que casas, eran mansiones.

Estas viviendas, por general, tenían piscina, una huerta, y un área de juego para los niños.

Tenía muchas cosas de gran valor.

Una espeluznante noche de tormenta, entró un asesino llamado Breg, dispuesto a saquear la caja fuerte de la familia Euro.

Estaba conformada, solamente por María Euro, una joven, de 25 años bella de ojos azules, cabello castaño, dulce y tierna.

Y su madre, la viuda Aston Euro, una anciana de 63 años, Canas en todo su pelo, ojos verdes, una señora trabajadora y algo olvidadiza.

Esa noche de tormenta, a las 10:45, luego de cenar Pollo al grill, cuando María y su abuela Aston se dirigían a dormir el ladrón entró.

Cuando ya María recostada estaba, Oyó, pasos inquietantes, y no eran los de su nana, eran de un hombre, que susurrando se estaba llevando pertenencias de la casa.

Su abuela, de inmediato se levantó, y con una hojota en la mano, salió a ver que ocurría, pero antes de que asomara la cabeza, un grito desgarrador, se oyó desde la biblioteca.

Era su nieta, que caía rotundamente en el suelo.

Salió disparada de la habitación, ya que en la entrada, estaba una placa con su nombre, y el mejor lugar para guardar dinero, es su propia habitación.

Cuando escucho al delincuente, cerca de la zona por donde ella melodiaza, se escondió en la despensa, hasta el día siguiente.

La policía del lugar junto a su jauría de perros encontró a el cuerpo Inerte de María escondido en el piano.

Trataron de encontrar alguna pista del ladrón, pero por suerte, sólo encontraron a la viuda Aston dormida en la despensa.

FIN

Esteban Alejandro Saavedra